Fin de una gran etapa

Seis, seis años... Parece como si fuese ayer el día en que llegamos procedentes de nuestros respectivos colegios. No sabíamos lo que nos ibamos a encontrar, todo era nuevo, nuevos compañeros, nuevos profesores, un nuevo período en nuestras vidas.

El instituto, fue mucha la cantidad de gente que ha pasado por allí, unos se fueron, otros seguimos nuestro camino y después de años hemos acabado una etapa de la que no nos olvidaremos nunca. Durante ese tiempo hemos podido aprender, hacer nuevos y muy buenos amigos y , en definitiva, vivir. Vivir el instituto, se que suena extraño pero es en realidad lo que hemos hecho, durante ese tiempo hemos ido todos juntos por un mismo camino, apoyándonos en los malos momentos y felicitándonos en los buenos. Ahora llegamos a una intersección, cada uno seguirá su propia vía pero siempre con el recuerdo impreso en la memoria de una etapa inolvidable que de seguro marcará nuestro ser. Quizás ahora no nos demos cuenta, pero algún día volveremos a pasar por allí, por ese edificio emblemático a partir de ahora, y recordaremos con nostalgia los grandes tiempos allí vividos.

Resulta dificil escribir sobre esto, suena a despedida y en realidad lo es a su manera. No volveremos a levantarnos a las 7 y media de la mañana para llegar a clase a las 8 y 20, no volveremos a mirar para el reloj a ver si toca el timbre para el recreo, no volveremos a tener que pasar un martes por la tarde en clase... y muchas otras tantas cosas que ya eran muy familiares. Algunos lo celebrarán mas dentro de unos años lo echarán de menos de forma irremediable. Todo en esta vida tiene un ciclo, este ha acabado, nunca olvidaré mi último día de colegio al igual que no olvidaré estos días de nostalgia con los compañeros de casi toda la vida, ellos han hecho que esta etapa fuese tan especial, desde los que nos conocimos nada más llegar al instituto como los que nos fuimos conociendo según el paso de los años o como los que vinieron en un plazo más corto de tiempo a partir de bachillerato pero que sin duda contribuyeron si cabe más a la amistad que nos une a todos.

Atrás quedan cursos, exámenes, trabajos y profesores con los que por suerte o por desgracia nos tocó convivir. Yo diría más bien por suerte, porque jamás he tenido ninguna queja, si no todo lo contrario, sólo elogios pueden salir de mi hacia ellos. Pusieron todo de su parte para que este proceso se completase, explicando todo lo que hiciese falta, unos grandes profesionales y también grandes personas porque no siempre van unidas estas dos cualidades pero pienso que sin excepción hemos tenido la suerte de que en nuestro caso así fuese. Ellos nos han apoyado en lo que necesitábamos y algo muy importante, han contribuído a nuestra formación como personas y eso es algo que no se paga.

Y qué decir de las excursiones... Sin duda fueron la expresión de lo que es el instituto en sí, su misma esencia. Hemos ido a Italia donde el buen ambiente y compañerismo fueron la definición perfecta de una excursión inigualable, durante ocho días compartimos experencias, anécdotas y grabamos en nuestra memoria mutua unos de los momentos más especiales de nuestras vidas. A más de uno si alguna vez vuelve por allí le vendrán a la memoria tan maravillosos momentos que nunca nos abandonarán. Los dos años siguientes fuimos al País Vasco y a Madrid, la tónica fue la misma, sin lugar a duda, viajes irrepetibles con gente irrepetible.

Bueno y no se que más decir, la verdad que hoy no me encuentro muy inspirado pero necesitaba escribir sobre este tema ya que a partir de ahora comenzaremos cada uno su propia senda que espero que todas lleguen a buen puerto. Desde aquí quisiera agradecer a mis amigos todos los buenos momentos que hemos pasado juntos, espero que los recordeis siempre al igual que yo lo haré. A pesar de todo, también espero que no sea un adiós definitivo, pese a que no nos veremos tan a menudo, si lo seguiremos haciendo, eso no se va a acabar ni mucho menos, solo me queda desear la mejor de las suertes a todo el mundo y también, después de selectividad, hacer de este próximo, el mejor verano que se pueda recordar, porque nos lo merecemos.



PD: Extraigo la imagen del blog de Bender con alguna modificación, recordadlo, tarde o temprano echareis de menos esa vista desde la ventana.