viernes, 4 de mayo de 2007

Moraleja: Nunca te confíes demasiado

Pues hoy he ido a hacer el examen práctico de conducir. Antes tenía otro examen importante de historia que me hizo estudiar hasta tarde así que se acumuló la presión y el cansancio. De todas formas he de decir que no estaba excesivamente nervioso, sólo lo normal. Es más, lo afronté con confianza, llegué allí pensando que iba a aprobar sí o sí. Estuvimos esperando un rato en el lugar citado hasta que llegó el examinador, según los profesores de mi autoescuela era el más fácil, eso aunque pueda parecer lo contrario me puso nervioso ya que te puede causar un exceso de confianza que te puede perjudicar... y fue lo que me pasó a mi.

Resulta que me tocó ser el último en autoescuela en examinarme, no tiene mucha relevancia ya que sólo eramos tres, lo único que los nervios se acumulan cada vez más. Las dos chicas que iban delante mía no lo hicieron mal, algún leve fallo pero no se lo tuvo en cuenta, su examen fue poco más de 7 minutos cada una. Como dije, esto aunque pueda parecer absurdo me puso en tensión porque, imaginaos, un examen tan fácil, la otra gente ya está aprobada y celebrandolo fuera de toda presión y tú aguardando a tu oportunidad, con esto te suceden dos cosas: la primera que coges excesiva confianza al pensar que ya está casi hecho y la segunda y más influyente, que mientras los demás ya han hecho lo suyo te toca a ti sabiendo que no puedes fallar, lo que supone una presión excesiva ( si fuese con otro examinador no tendrías tanta porque no te exigirías la imposibilidad de suspender ya que el examen podría ser mucho más dificil por ejemplo).

Cojo el coche e inicio la marcha, voy durante un par de calles tranquilo y confiado, llego a una glorieta y al salir me encuentro con un paso de peatones, le cedo el paso como es debido e inicio la marcha de nuevo. Todo perfecto hasta ahí. Llega el momento fatídico, estamos en una calle con dos carriles que desemboca en 2 carriles más, es decir, en 4. Yo ya algo nervioso estoy esperando a que me diga por dónde ir, me dice a la derecha con algo de demora, aún así tiempo suficiente para no cometer mi error. Yo que iba por el carril de la derecha, me cambio al contiguo de la derecha, cual es mi sorpresa cuando veo al suelo y veo una marca vial de dirección única que apunta al frente, a la fábrica de Citroën; estaba en el 3º carril (contando de izquierda a derecha) de la nueva calzada que se abría y debía estar en el 4º para girar a la derecha como me habían indicado.

Es decir, por donde iba sólo se podía acceder a la fábrica. En cuanto me doy cuenta, unido a la insistencia del examinador en girar a la derecha, trato de cambiarme de nuevo de carril. Lo hice de un modo un tanto brusco pero esa no fue la causa de mi suspenso, si no que me había cambiado en una línea continua. Claro en esa situacón que iba a hacer, no podía entrar en la fábrica, así que ya con el error cometido (debí cambiarme antes) intenté remediarlo pero el suspenso era inevitable.

Total, que sigo conduciendo cagándome en todo y suplicando que no tuviese en cuenta ese soberano despiste (porque no fue más que eso), el examen continuo durante un tiempo más, a mi parecer perfecto como en el inicio, conduciendo bien y respetando todas las reglas, mas yo ya estaba sentenciado desde aquella acción. LLegamos al lugar de inicio desde donde parten todos los examenes y me mando parar, bajó del coche sin decir nada y la mirada de mi profesor lo dijo todo, pese a eso le pregunté y tardó en contestarme pero luego de comunicarle a los demás su merecido aprobado me dijo textualmente: "tú no", haciendo referencia a que no había aprobado. Se me vino el mundo encima por como había pintado la mañana, con eso de que era muy fácil el examen, y cómo había acabado finalmente. Literalmente no me lo podía creer, era una de esas situaciones en las que tienes ganas de retroceder media hora en el tiempo y no haber cometido semejante estupidez pero las cosas son así, lo hecho hecho está y no hay más vueltas que darle.

Eso es lo que dicen pero lo cierto es que yo vueltas si que le di y muchas, la vuelta a la autoescuela fue horrorosa pensando todo el rato en lo mismo y más tarde aburriendo incluso a mis padres y a mis amigos con mis quejas/excusas sobre lo que había pasado y es que la verdad que resulta duro pensar que ahora mismo podría estar liberado después de 3 meses con el objetivo de tener el carnet y que el lunes podría esar conduciendo. En lugar de todo eso, una semana pensando todo el rato en lo mismo y con la consiguiente presión de tener que ir a examen el próximo viernes de nuevo, con todos los mismos percances de tener que perder clase en una época de exámenes en la que no conviene y sobre todo con mucha más presión, pues de ésta si que no puedo fallar, que los 200 y pico euros de renovar la licencia y el golpe anímico que supondría suspender de nuevo si que duelen, en el alma y en el bolsillo claro.

En fin, que ya me estoy preocupando de más, supongo que con el paso del tiempo se me pasará este abatimiento y empezaré a pensar en el examen del viernes para hacerlo lo mejor posible. Y es que como dicen, el tiempo lo cura todo y a mi también me gusta sacar algo positivo de lo malo siempre. Ahora por lo menos estaré más atento a lo que me digan durante el examen y hasta que me digan por donde ir trataré de ir a la mínima velocidad para estar pendiente de todo.

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